miércoles, 13 de enero de 2010

The Ant - Arne Jacobsen

Nombre: “The Ant”, Silla Hormiga. (1952)

Autor: Arne Jacobsen (1902 - 1971), arquitecto y diseñador industrial danés.

Productor: empresa de muebles danesa Fritz Hansen, fundada en 1872 por Fritz Hansen, un carpintero danés. Es importante que la Silla Hormiga se identifique fuertemente con su diseñador y con su productor, y lo hace mediante una etiqueta en la parte inferior del objeto. Esto permite que se conozca la procedencia del producto.

Dimensiones del objeto: 48x51x78 cm. Desde nuestro punto de vista, y en comparación con otras sillas, es un poco más baja de lo normal y también estrecha.

Materiales: La estructura sobre la que se apoya la silla Ant está diseñada en tubo cromado, y el asiento y el respaldo están formados por una única pieza de multilaminado de madera curvada. La silla también utiliza otro tipo de materiales como goma o caucho para los topes de las patas y plástico para unir las patas al asiento. La silla puede tener tres o cuatro patas.

Peso: No conocemos el peso exacto de la silla, pero es muy ligera, podría pesar sobre 2 kilogramos aproximadamente.

Técnicas: Los materiales son correctos y también las técnicas aplicadas para su fabricación. Se obtienen las formas curvas deseadas en la madera y también en las patas.

Coste: 390 €, un coste que parece excesivo comparándolo con otras sillas de características parecidas.

Embalaje: La silla se presenta en una caja triangular que incluye más de una unidad. Es un formato original y cuidado, que contiene toda la información necesaria sobre el producto.

Utilidad declarada: Un objeto para descansar sentándose sobre él.

Funcionalidad: Adecuada, el objeto cumple correctamente su función y resulta cómodo.

Ruido: La silla no realizaría ningún ruido en su uso, sin embargo, por la acción del desgaste podría acabar crujiendo la madera del asiento-respaldo o, si es arrastrada, las gomas de las patas podrían producir algún pequeño sonido.

Mantenimiento: No es necesario un mantenimiento constante, sólo cuando se deteriore alguna pieza, y en este caso es repuesta por el fabricante.

Ergonomía: En nuestra opinión, la silla es un poco más baja de lo normal y bastante estrecha, lo que puede limitar su uso, ya que no todo el mundo estaría cómodo sentado en ella.

Acabados: Cromado para los tubos de las patas y pintado y barnizado para la madera. Se da un acabado muy cuidado en la unión de las patas, ya que está tapada por una pieza de plástico que impide ver los tornillos y posibles soldaduras.

Manejabilidad: Es un objeto fácil de transportar por su peso ligero, se puede apilar para ahorrar espacio y es desmontable. Las formas del objeto permiten manipularlo con facilidad.

Duración: Depende de las condiciones en las que se pretenda utilizar, la silla tiene un límite de carga que si se supera, podría dañar los materiales. También podría ocurrir que en condiciones de humedad, la madera y el metal se vieran afectados.

Toxicidad: No tiene.

Estética: La combinación de materiales y formas entre las patas y el asiento-respaldo es la adecuada, se forma un conjunto armónico.

Moda: Es un objeto que, por la simplicidad de las formas, no pasa de moda.

Valor social: No es un objeto que tenga una función social, pero aporta prestigio a quien lo tiene por ser una pieza de diseño y de gran valor.

Esencialidad: La silla posee las partes esenciales para su cumplir su función, se le podrían añadir otros elementos, como reposabrazos, para mejorar la comodidad, pero no son estrictamente necesarios y sin ellos la silla también funciona correctamente.

Precedentes: El proceso de diseño de esta silla evolucionó a través de diferentes fases hasta llegar a ser el objeto que es ahora. Además, la silla es un objeto que ha estado presente siempre a lo largo de la humanidad, y ha tomado multitud de formas, materiales…

Aceptación del público: El diseño sencillo de la pieza la hace polifacética y apta para diferentes espacios, lo cual permite que la aceptación sea importante.

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